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Cafè Riutort

Actualizado: 24 nov 2019

Miro por la ventana. Barcelona se despide de mí. Barcelona se hace pequeña detrás del cristal. Ya solo veo azules. Cielo y mar se funden en uno. Cierro los ojos. Sueño. Y, al abrirlos, en medio del azul infinito una pequeña isla. Aterrizo. "Bon dia Mallorca".


Sé perfectamente dónde voy. Llego a la Rambla y busco una pequeña calle perpendicular. Busco el "carrer del Carme". Busco un local en el que se respira Mallorca en estado puro: Cafè Riutort.


Cafè Riutort me contagia de la magia de los pequeños y preciosos pueblos de la Serra de Tramuntana, me desconecta del bullicio de Palma y me invita a comerme todos los sabores de la isla. Solo ofrecen productos de "Sa Roqueta" de altísima calidad. Elijo un llonguet para acompañar un increíble café de especialidad. Y me lo sirven con la mejor de sus sonrisas. Me lo tomo abrazado por los verdes tan típicamente mallorquines de sus persianas de librillo. Me lo tomo abrazado a su amabilidad y atención. Me lo tomo dibujando la mejor de mis sonrisas.


Joanaina y Albert son los creadores de este maravilloso lugar. Son los escultores de esta extraña sensación de felicidad sempiterna. Me han abierto las puertas de su casa para hacerme sentir como en la mía. Y sé que siempre estarán abiertas.


Miro por la ventana. Mallorca se despide de mí. Mallorca se hace pequeña detrás del cristal. Ya solo veo azules. Cielo y mar se funden en uno. Cierro los ojos. Sueño. Y, al abrirlos de nuevo, en medio del azul infinito veo Barcelona. Cierro los ojos unos segundos más y en mi memoria sigo viendo esa pequeña isla. En mi memoria siempre estará Cafè Riutort. Aterrizo. "Bon dia Barcelona".


Yannick Peñalver

@yannickpenalver





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